CDMX- La chimenea de la Capilla Sixtina emitió su veredicto a las 10:08 horas (tiempo de México): una nube de humo blanco se alzó sobre el Vaticano, desatando un estallido de júbilo en la Plaza de San Pedro. Las campanas de la Basílica resonaron, confirmando lo que millones de católicos en el mundo aguardaban: la Iglesia Católica tiene un nuevo Papa. Contra todos los pronósticos, el cardenal estadounidense Robert Prevost, de 69 años, fue elegido como el 267° sucesor de San Pedro, en un cónclave marcado por su diversidad histórica y un contexto global de retos para la fe.
Minutos después, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti se asomó al balcón central de la Basílica para pronunciar las palabras que resonaron en latín y en los corazones de los fieles: “Nuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam!” (Os anuncio una gran alegría: tenemos papa).
El nombre del nuevo Pontífice, aún no revelado en ese momento, pronto sería conocido. Robert Prevost, un agustino políglota con raíces en Chicago, asume el timón de una Iglesia que navega aguas turbulentas, entre la secularización, los escándalos internos y la urgencia de un mensaje renovado para un mundo polarizado.
PAPA INESPERADO
Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Robert Prevost no figuraba entre los favoritos de los vaticanistas. Su trayectoria, sin embargo, revela a un hombre de profunda formación y compromiso. Ingresó como novicio a la Orden de San Agustín en un seminario menor en San Luis, antes de graduarse en Matemáticas en Filadelfia.
Su vocación lo llevó a Roma, donde estudió Derecho Canónico y obtuvo un doctorado, consolidándose como un intelectual versátil. Políglota, domina varios idiomas, una herramienta clave para liderar una Iglesia universal.
Prevost, conocido por su talante pastoral y su cercanía con las comunidades marginadas, ha servido en diversos cargos eclesiásticos, incluyendo misiones en América Latina y roles administrativos en el Vaticano.
Su elección rompe con la tradición reciente de papas europeos o sudamericanos, siendo el primer estadounidense en ocupar la Cátedra de Pedro. “Es un hombre de diálogo, pero también de firmeza. Su perfil combina la humildad agustina con una visión global”, comentó un analista vaticano a medios internacionales.
CÓNCLAVE DIVERSO Y UN MUNDO EXPECTANTE
El cónclave de 2025 reunió a 133 cardenales de los cinco continentes, en una composición que reflejó la creciente influencia de regiones como Asia y África. Con 53 europeos, 23 asiáticos, 19 africanos, 4 oceánicos y 37 americanos –incluidos 16 de América del Norte, 4 de América Central y 17 de América del Sur–, el colegio cardenalicio mostró la universalidad de la Iglesia. Los mexicanos Norberto Rivera Carrera y Carlos Aguiar Retes estuvieron presentes, aunque las reglas del cónclave prohíben revelar detalles de las deliberaciones.
Tras cuatro votaciones, según estimaciones, Prevost alcanzó la mayoría de dos terceras partes requerida. En la “Habitación de las Lágrimas”, el cardenal aceptó su elección y eligió su nombre pontificio, un momento cargado de simbolismo.
Ahora, portando el anillo del pescador grabado con su nuevo nombre, el Papa se prepara para guiar a los 1,400 millones de católicos del mundo.
La Plaza de San Pedro, abarrotada de peregrinos, estalló en vítores cuando el humo blanco apareció. “¡Es un milagro, un signo de esperanza!”, exclamó María González, una mexicana que viajó desde Puebla para presenciar el evento. En México, las campanas de la Catedral Metropolitana y de diócesis en todo el país se unieron a la celebración.
En redes sociales, hashtags como #HabemusPapam y #NuevoPapa se volvieron tendencia, con mensajes de fieles que anticipaban las primeras palabras del Pontífice.
RETOS Y ESPERANZAS
La elección de Prevost llega en un momento crítico. La Iglesia enfrenta la secularización en Europa, el crecimiento del catolicismo en África y Asia, y la necesidad de sanar heridas internas tras escándalos de abuso y financieros. Además, temas como el cambio climático, la justicia social y la inclusión de minorías están en la agenda de los fieles.
“El mundo necesita un Papa que hable con claridad y actúe con valentía”, señaló un peregrino africano en la Plaza de San Pedro.
El nuevo Papa pronunciará pronto su primera bendición Urbi et Orbi desde el balcón de la Basílica, un acto que marcará el inicio oficial de su pontificado. En México, las diócesis han convocado a misas especiales para orar por su liderazgo. “Esperamos un Papa que nos inspire a ser mejores, que nos una en la fe”, dijo el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles, en un comunicado.
CAPÍTULO HISTÓRICO
La elección de Robert Prevost, un estadounidense de raíces humildes y formación global, abre un nuevo capítulo para la Iglesia Católica. Su pontificado, que comienza bajo el signo de la diversidad y la expectativa, será observado de cerca por fieles y críticos. Mientras las campanas de Roma siguen resonando, el mundo aguarda las primeras palabras de un Papa que, desde el balcón de San Pedro, tiene la misión de iluminar un camino de esperanza en tiempos de incertidumbre.
