CAMPECHE.- La reciente gira de la presidenta Claudia Sheinbaum por el sureste de México ha puesto en el reflector el potencial transformador de regiones como Campeche, un estado que, históricamente, ha aguardado su turno en la agenda nacional, mencionó durante su conferencia de “La Mañanera del Pueblo”.
Tras explicar su gira de trabajo de fin de semana, dio una visión clara y un mensaje de responsabilidad fiscal, Sheinbaum ha reafirmado que el desarrollo regional no solo es posible, sino que puede lograrse sin hipotecar el futuro del país.
Durante su recorrido por Quintana Roo, Yucatán y Campeche, la mandataria no solo supervisó proyectos estratégicos como el puerto de Progreso o el Tren Maya de carga, sino que también dio un mensaje contundente: las obras avanzan a buen ritmo y, lo más importante, sin recurrir a deuda pública.
“ Vamos en tiempo en estas obras y todas las hicimos sin endeudarnos”, señaló, un recordatorio de que la disciplina financiera puede coexistir con la ambición de transformar México.
Para Campeche, estas iniciativas representan más que infraestructura. El banderazo al Tren Maya de carga y el anuncio de nuevas viviendas son piezas clave para detonar el desarrollo económico y social de una entidad que, por décadas, ha enfrentado rezagos.
La conectividad que promete el tren y el acceso a vivienda digna no son solo proyectos: son apuestas por la justicia social y la inclusión de regiones que merecen un lugar protagónico en el México del siglo XXI.
El énfasis de Sheinbaum en Campeche no es casual. Es un reconocimiento de que el sureste, con su riqueza cultural, natural y humana, debe ser un pilar del crecimiento nacional. Sin embargo, el desafío será mantener el ritmo y garantizar que estos proyectos se traduzcan en beneficios tangibles para las comunidades locales, evitando que queden como promesas de campaña o elefantes blancos.
La presidenta tiene una oportunidad única para consolidar este impulso en sus conferencias matutinas, donde la transparencia y el diálogo con la prensa serán esenciales para mantener la confianza ciudadana. Campeche, y el sureste en su conjunto, no solo necesitan obras: requieren una narrativa de esperanza y resultados.
Sheinbaum parece entenderlo, y su gira es un paso firme en esa dirección. Ahora, el tiempo y la ejecución dirán si esta visión se convierte en realidad.
