CAMPECHE. Mientras algunos ya empacan trajes de baño, hieleras y bloqueador para lanzarse al mar, otros ya están preparando sus cacerolas, mesas plegables y recetas tradicionales para ofrecer lo mejor de la comida costeña en Payucán y Playa Bonita. Pero esta vez, con un ingrediente extra: la higiene.
A días de que arranquen oficialmente las vacaciones de Semana Santa, la Secretaría de Salud se puso las pilas para blindar la salud de los campechanos y visitantes, pues a través de la COPRISCAM, reunió y capacitó a 63 vendedores de alimentos que instalarán sus puestos en estas dos playas populares del estado, con el objetivo de que no solo vendan rico, sino seguro.
El taller —que no tuvo nada de aburrido y todo de necesario— estuvo enfocado en el manejo higiénico de ingredientes, las temperaturas correctas de conservación, la limpieza de utensilios y la protección contra la contaminación cruzada. Todo lo que puede marcar la diferencia entre unas vacaciones memorables… o unas con una visita al hospital.
Detrás de cada puesto hay una historia. Gente que se gana la vida vendiendo empanadas de cazón, ceviches, tortas de cochinita y aguas frescas que alivian el calor.
