C A R M E N , CAMP.- No importan las horas pedaleando; no importa si es en camión, automóvil, motocicleta o bicicleta, tampoco las horas de pie para llegar frente a la imagen de la Virgen de la Dolorosa.
Como es una tradición que se niega a morir y que ha sido transmitido padres a hijos por generaciones, desde este los primeros minutos de este sábado, comenzaron a llegar los peregrinos. A su arribo al ejido Aquiles Serdán, mejor conocido como Chuiná, los peregrinos deben de cubrir una cuota de 30 a 50 pesos por unidad, para luego iniciar su camino hacia la capilla.
María del Carmen Barrera explica que ellos salieron de Tetik, Yucatán, desde las 6:00 horas, arribando aproximadamente a las 9:30 horas, a Chuiná, en el municipio de Champotón.
Tras su llegada, como miles de fieles, deben hacer una larga fila que se prolonga por más de tres kilómetros, que avanza lentamente, prolongando su espera hasta por seis horas, para poder cumplir ante los pies de la Virgen Dolorosa, su promesa.
Recuerda que esta tradición de acudir cada año a Chuiná, la heredó de sus padres y a su vez de sus abuelos.
“Es lamentable que pese a lo importante que es esta fiesta para los fieles de la Virgen de Chuiná (La Dolorosa), las autoridades municipales (Claudeth Sarricolea) no haya puesto interés, pues falta seguridad, botes de basura y luminarias”.
Como Maria miles de personas provenientes de municipios de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Veracruz, Chiapas y Oaxaca, entre otros, arribaron a cumplir con sus promesas.
