CAMPECHE, CAMP. Los motores de la historia cobraron vida en Campeche cuando el Rally Maya México hizo una de sus escalas más esperadas en la Concha Acústica. Al menos 85 autos clásicos, con décadas de historia bajo el cofre, fueron aparcados para que habitantes y turistas admiraran su elegancia y el eco de un pasado glorioso. Pero no solo se trataba de exhibición, sino de un momento crucial: mantenimiento y preparación para el siguiente tramo de la ruta.
Con llaves en mano y herramientas listas, mecánicos y dueños de los vehículos se sumergieron en los detalles técnicos. La parada en Campeche no solo fue un descanso, sino una necesidad: el calor, la humedad y las carreteras desafiantes obligan a realizar ajustes constantes. Mientras tanto, los autos eran lavados con esmero, no solo por estética, sino para proteger la pintura y evitar acumulaciones de polvo y salitre que podrían dañarlos.
“En esta onceava edición, somos alrededor de 85 coches participando. Desde 1925 hay algunos, y hasta creo que la más nueva es de 1975. Salimos de Tulum el domingo, llegamos ayer en la noche aquí a Campeche, hoy descansamos, los coches descansan y mañana salimos rumbo a Mérida donde finaliza el rally”, señaló Rodrigo Ortiz, uno de los competidores.
RALLY MAYA DESPIERTA NOSTALGIA Y ADMIRACIÓN
El evento, además de su componente automovilístico, desató una ola de nostalgia y emoción entre los habitantes. José Ramírez, un campechano de 65 años, no pudo evitar sonreír mientras posaba junto a un Rolls-Royce Phantom V de los años 50.
“Este carro me recuerda a mi infancia, cuando mi padre hablaba de estos modelos como los más elegantes de su época”, comentó con los ojos brillantes.
Para Hugo Vázquez, el evento fue una sorpresa inesperada. “Salí a comprar y terminé posando junto a un clásico Jaguar del 1939, convertible que parece sacado de una película. Es un sueño ver estos autos en persona”, dijo emocionado.
Carlos Pérez, Rodrigo Chan, Manuel Aguirre y Daniel Gutiérrez, jóvenes apasionados por los autos, aseguraron que el Rally Maya los motivó a aprender más sobre la restauración de vehículos. “Ver estos autos en perfecto estado es un lujo. Algún día espero poder tener un auto clásico”, afirmaron.
Incluso quienes no eran fanáticos del automovilismo quedaron atrapados en la magia del evento. Campechanos recorrieron los pasillos donde estaban perfectamente acomodadas estas unidades, mientras veía como los organizadores los limpiaban y les daban su respectivo mantenimiento.
SEGURIDAD EN CAMPECHE
Por otra parte, Rodrigo Ortiz también destacó la seguridad y el ambiente que siempre encuentran en la ciudad. “Campeche siempre nos recibe bastante bien, tranquilo, buen ambiente, bastante seguridad, entonces es una parada que nos gusta realizar porque sabemos que los coches, aunque no estemos cerca de ellos, están en un lugar seguro, tranquilo, vigilado”, señaló.
“Y lo que nos ha sorprendido siempre es que la población que viene a ver los coches los respeta bastante, no es de que meten la mano y quieren moverlos, simplemente admiran los coches con respeto y eso es lo que nos ha gustado”, añadió con entusiasmo.
La emoción por el paso de estos autos clásicos se apoderó de los campechanos, quienes se mostraron tanto admirativos como respetuosos con los vehículos. La parada en Campeche no solo fue un momento para admirar los coches, sino también para fortalecer la conexión entre los competidores y los habitantes, quienes demostraron un alto grado de respeto y cariño por estas joyas sobre ruedas.
El Rally Maya México continuará su travesía, dejando a su paso no solo el eco de motores legendarios, sino también historias, emociones y sueños encendidos en cada persona que tuvo la fortuna de verlos rugir.
