CDMX. – El presidente Donald Trump defendió este sábado su decisión de imponer aranceles del 25% a todos los automóviles fabricados fuera de Estados Unidos, afirmando que “le da igual” si los fabricantes deciden aumentar los precios de los vehículos como respuesta.
En un tono desafiante, el republicano insistió en que la medida, que entrará en vigor el próximo miércoles 2 de abril, busca impulsar la industria automotriz estadounidense y será permanente.
“Si no lo hacen, mover su producción a Estados Unidos, probablemente tendrán que venir a Estados Unidos, porque si fabrican su automóvil aquí no hay aranceles”, declaró Trump. “Espero que suban los precios, porque si lo hacen, la gente va a comprar automóviles fabricados en Estados Unidos. Tenemos muchos”, agregó, desestimando las posibles repercusiones para los consumidores.
El anuncio inicial de los aranceles se realizó el pasado miércoles 26 de marzo, cuando Trump detalló que el gravamen aplicará a todos los vehículos y autopartes fabricados fuera del país. Sin embargo, la Casa Blanca aclaró que las autopartes que cumplan con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) quedarán exentas, al menos hasta que se defina un proceso específico para implementar la medida.
Contradicciones surgieron tras un reporte de The Wall Street Journal, que el jueves pasado reveló que Trump había sostenido una llamada este mes con directores de la industria automotriz. En dicha conversación, según el diario, amenazó con elevar aún más los aranceles si las empresas subían los precios en represalia. Al ser cuestionado al respecto este sábado, el mandatario restó importancia al asunto y mantuvo su postura inflexible.
Además de los aranceles a los automóviles, Trump reafirmó su plan de imponer “aranceles recíprocos” a partir del 2 de abril, una fecha que ha denominado el “Día de la Liberación”. Esta política busca igualar, dólar por dólar, los impuestos que otros países aplican a mercancías estadounidenses. “El mundo ha estado estafando a Estados Unidos durante los últimos 40 años y más”, afirmó, aunque dejó la puerta abierta a negociaciones. “Absolutamente, son permanentes”, sentenció sobre los gravámenes, subrayando su carácter definitivo.
Trump también destacó que no notificó previamente a los ejecutivos del sector automotriz sobre los aranceles, argumentando que aquellos que trasladen su producción a territorio estadounidense “ganarán mucho dinero” al evitar los impuestos. La medida ha generado incertidumbre en la industria y entre los consumidores, mientras el gobierno se prepara para su implementación en los próximos días.
