CDMX. – En un escenario de tensiones comerciales globales, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha levantado la voz con un mensaje claro y contundente: “Nosotros vamos a proteger a México, a los empleos y a las empresas mexicanas”.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria anunció que, tras el 2 de abril, el gobierno mexicano presentará una respuesta integral a la reciente proclamación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien firmó ayer un decreto que impone aranceles recíprocos a nivel mundial, incluyendo al acero, aluminio y las importaciones de automóviles.
Sheinbaum subrayó que la defensa de la economía nacional y la soberanía son pilares fundamentales de su administración. “Lo primero que tiene que saber el pueblo de México es que nosotros siempre vamos a proteger a México. Esa es nuestra responsabilidad. Tenemos que defender los empleos que se generan, los que existen y a las empresas mexicanas también. Es parte de nuestro trabajo fundamental en el desarrollo del país y en relación con el gobierno de Estados Unidos, siempre con el principio de soberanía,” afirmó con firmeza.
CLÁUSULAS DE TRUMP Y EL T-MEC COMO ESCUDO TEMPORAL
La presidenta explicó que el decreto firmado por Trump incluye dos cláusulas específicas que, por ahora, benefician a los países del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Leyó directamente del documento:
“Los importadores de automóviles bajo el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá se les dará la oportunidad de certificar su contenido estadounidense y se implementarán sistemas para que el arancel del 25 por ciento sólo se aplique al valor de su contenido no estadounidense.” Además, añadió:
“Las piezas de automóviles que cumplan con el T-MEC permanecerán libres de aranceles hasta que el secretario de Comercio, en consulta con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), establezca un proceso para aplicar aranceles a su contenido no estadounidense.”
Estas disposiciones ofrecen un respiro temporal a la industria automotriz mexicana, un sector clave que exporta cerca de 3 millones de vehículos al año a Estados Unidos y provee el 40% de las autopartes consumidas en ese país. Sin embargo, Sheinbaum dejó claro que su gobierno no se quedará de brazos cruzados esperando definiciones desde Washington.
SISTEMA DE PREFERENCIA PARA MÉXICO
Desde la capital estadounidense, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, intervino vía enlace para detallar los avances en las negociaciones con el gobierno de Trump.
En colaboración con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, se trabaja en la creación de un Sistema de Preferencia para México que otorgue descuentos en las tarifas a la proveeduría nacional. “El 40% de las autopartes que se consumen en Estados Unidos vienen de México, y la gran mayoría de los componentes de los autos hechos aquí son de origen estadounidense,” explicó Ebrard. Este dato resalta la profunda integración económica entre ambos países, un argumento que México está utilizando para negociar condiciones favorables.
Ebrard también destacó un punto crítico: las piezas automotrices cruzan la frontera varias veces durante su proceso de producción. Por ello, se busca que estas no sean gravadas con aranceles múltiples, lo que encarecería los costos y afectaría la competitividad de la industria.
“Estamos platicando con Howard Lutnick para que la proveeduría mexicana tenga un trato especial,” afirmó el secretario, subrayando que México mantiene un nivel de comunicación privilegiado con Estados Unidos, único entre las naciones afectadas por los aranceles.
