CAMPECHE, CAMP.– José Alberto Abud Flores, rector de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), está contra las cuerdas tras un explosivo informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que destapó un desfalco de 225.3 millones de pesos durante su administración.
El hallazgo ha desatado una ola de furia e indignación entre estudiantes, maestros y ciudadanos, quienes exigen cuentas claras y castigo para el hombre que hoy tambalea los pilares de la institución educativa. Lo que parecía una gestión intachable se ha convertido en un escándalo que sacude a Campeche y pone en jaque la credibilida de Abud Flores. ¡La justicia no puede esperar! Con una apariencia seria y responsable, Abud Flores, quien asumió el rectorado en 2022, está hoy señalado como un “reverendo ladrón” por quienes exigen justicia. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, no ha dudado en arrojarle el reflector:
E n s u p r o g r a m a M a r t e s del Jaguar, lo acusó de ser un “aviador” que habría acumulado cargos públicos de manera irregular mientras dejaba un boquete financiero en la UAC. “¿Cómo explica este ‘mago’ rector que millones del pueblo se esfumen bajo su nariz?”, cuestionan alumnos y ciudadanos.
El escándalo no termina ahí. Abud Flores también ha sido criticado por bloquear el acceso de diputados del Congreso del Estado a la universidad, un acto interpretado como un intento desesperado por ocultar sus presuntas fechorías.
“La UAC es su madriguera y usa la autonomía como escudo para esconder sus raterías”, denuncian maestros y estudiantes, quienes ven en esta negativa un ataque a la transparencia y un abuso de poder. El rector, por su parte, se defiende alegando que busca proteger la integridad académica de la institución frente a intromisiones políticas.
Sin embargo, sus palabras suenan a “patrañas” para quienes lo señalan como un corrupto.
Este caso revive fantasmas del pasado, como la tristemente célebre Estafa Maestra de Rosario Robles o los señalamientos contra Alejandro Moreno, alias “Alito”, exgobernador de Campeche.
La comunidad exige que se investigue a fondo y, de ser responsable, que Abud Flores no solo deje el cargo, sino que enfrente la cárcel y devuelva hasta el último peso. “¡Fuera Abud!”, resuena el grito unánime. La UAC y el pueblo campechano no merecen más saqueos.
