MÉXICO.-En un mundo donde las tensiones políticas suelen estar marcadas por liderazgos confrontacionales y exhibiciones de poder, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha emergido como una figura distintiva. Su enfoque racional y dialogante ha logrado, al menos temporalmente, calmar las presiones arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump, un logro que la diferencia de otros líderes como Volodímir Zelenski, Justin Trudeau o Vladimir Putin, quienes han protagonizado disputas públicas cargadas de bravatas
Mientras el escenario internacional se ve dominado por lo que algunas feministas describen como una competencia de “machos”, Sheinbaum Pardo ha optado por evitar enfrentamientos innecesarios, priorizando los intereses de México.
Marta Lamas, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, elogió este estilo: “Ella no entra en esa discusión de ‘yo soy más macho’. Está pensando en qué le conviene al país. Ha manejado la relación con Estados Unidos con dignidad, sobriedad y cortesía. No creo que alguien lo hubiera hecho mejor”. Para Lamas, la habilidad de Sheinbaum para lidiar con líderes como Trump es digna de admiración.
El contraste con otros mandatarios es evidente. Zelenski, por ejemplo, enfrentó una humillación pública en su intento por acercarse a Trump, mientras que Trudeau, primer ministro de Canadá, no logró evitar un intercambio tenso en su última llamada con el presidente estadounidense.
