CDMX. – Un escándalo de proporciones mayúsculas sacude a Petróleos Mexicanos (Pemex). La Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno ha puesto la lupa en una presunta red de venta de plazas que operó durante los últimos cuatro años, involucrando a figuras clave como el exsecretario ejecutivo de Pemex Transformación Industrial, Braulio Francisco Mena Palacios, quien, según las investigaciones, no actuó solo.
En el horizonte se perfilan nombres de peso como Octavio Romero Oropeza, exdirector general de Pemex, y Ricardo Aldana Prieto, líder sindical, quienes podrían estar “embarrados” en este esquema que defraudó a más de mil personas.
MODUS OPERANDI: PROMESAS MILLONARIAS
La investigación, inicia – da tras una denuncia formal presentada ante la Secretaría Anticorrupción con el folio 31384/2025, revela un sofisticado sistema de extorsión.
Mena Palacios, identificado como el principal implicado, ofrecía plazas sindicalizadas, puestos de confianza y ascensos escalafonarios a cambio de sumas exorbitantes: 250 mil pesos por una plaza regular y hasta 500 mil pesos para ingresar como “aviador”, empleados que cobran sin trabajar.
Sin embargo, las promesas de empleo en refinerías como Tula o Dos Bocas, o en oficinas de la Ciudad de México, nunca se materializaron.
El esquema no operaba en solitario. La denuncia señala como cómplices a Carmen Itzel Mena Ruiz, prima de Mena Palacios, así como a Ricarte Gutiérrez López y Francisco Trejo Manríquez, alias “Fran”.
Este grupo no solo engañaba a las víctimas, sino que las “amedrentaba” para silenciar cualquier intento de denuncia cuando exigían la devolución de su dinero.
UN ENGAÑO BIEN ESTRUCTURADO
El caso de una de las víctimas, quien prefirió mantenerse en el anonimato, ilustra la crueldad de la estafa.
Contactado por Mena Palacios tras una recomendación, se le ofreció una plaza por 300 mil pesos iniciales y 200 mil adicionales al recibir el puesto. La víctima relata cómo fue citado en oficinas de lujo en Masaryk, Polanco, y posteriormente en un restaurante cerca de la Torre de Pemex para firmar un supuesto contrato el 27 de marzo de 2023.
Días antes, el 28 de febrero, entregó documentos personales y estados de cuenta en la misma Torre de Pemex, acompañado por Carmen Itzel Mena Ruiz.
El 1 de marzo de 2023, la víctima abrió una cuenta de nómina con un saldo mínimo de 5 mil pesos y acudió a la Torre de Pemex, donde entre 15 y 18 personas esperaban bajo la misma promesa.
“Nos indicaron que camináramos seguros y que, si nos preguntaban, dijéramos que éramos nuevos ingresos rumbo a Recursos Humanos”, confesó. Dentro, “Fran” los llevó al servicio médico como parte de un protocolo ficticio de ingreso.
Luego, en el edificio B2 del Centro Administrativo de Pemex, entregaron su documentación a Silvia Elena Rocha Hernández, encargada del Área de Transformación Industrial y Recursos Humanos.
Mena Palacios, quien se presentó como el “líder del grupo”, dividió a los postulantes entre quienes trabajarían en la Ciudad de México y en Tula, asegurando que en una semana recibirían credenciales y pagos. Pero todo era una farsa.
RETRASOS, EXCUSAS Y LA DESAPARICIÓN
La plaza nunca llegó. Mena Palacios justificó los retrasos con problemas internos de Pemex, temas sindicales e incluso supuestas complicaciones de salud.
En abril de 2023, prometió que el ingreso se concretaría en junio; luego, reprogramó citas y, en julio y agosto, citó a las víctimas en el Hotel del Prado, donde unas 70 personas, muchas ya empleadas en Pemex, esperaban credenciales o renegociaciones de antigüedad y prestaciones.
En septiembre, afirmó que el 15 de ese mes se realizaría el primer pago, pero días después dijo que solo se habían cargado 30 nóminas y que las 15 restantes esperarían otra catorcena. Poco después, Mena Palacios, Itzel Mena y “Fran” cortaron toda comunicación.
Teléfonos silenciados, mensajes sin respuesta: las víctimas quedaron en la ruina.
