CAMPECHE. En una decisión que ha desatado polémica y desconcierto, el Congreso del Estado de Campeche aprobó la despenalización del aborto durante una sesión a puerta cerrada el pasado lunes 25 de febrero, a las 11 de la noche. La votación, realizada en medio de las celebraciones del Carnaval, ha sido calificada como “incomprensible” por el obispo de la Diócesis de Campeche, Francisco González González, quien criticó tanto el procedimiento legal como el contexto social en el que se tomó la medida.
El obispo expresó su indignación al señalar que la aprobación ocurrió en un momento de “mayor actividad lúdica”, cuando las luces festivas y los sonidos del Carnaval llenaban las calles de la ciudad. “Las luces de las fiestas y los sonidos estridentes opacan el grito silencioso de los ‘nasciturus’ destinados a la muerte”, enfatizó González González, refiriéndose a los fetos como seres humanos cuya voz, según él, ha sido ignorada en este proceso legislativo.
La medida, que aún espera la ratificación del Ejecutivo Estatal, ha generado un fuerte pronunciamiento por parte de la Iglesia Católica.
El obispo advirtió que, de concretarse, esta ley contravendría principios fundamentales de justicia y el precepto divino de “No Matarás”. Para González González, el aborto no puede justificarse como un derecho moderno o una decisión individual, como algunos sectores lo han promovido en los últimos años. “Desde hace varios años se viene hablando o imponiendo como una agenda legislativa y de salud la dramática experiencia del aborto, que se quiere mostrar como inofensiva”, lamentó.
El líder religioso fue más allá al argumentar la postura de la Iglesia sobre la vida desde el momento de la fecundación. “Para la Iglesia Católica, el feto desde la fecundación pertenece a la especie humana. Si ese feto es una mujer, el aborto será un feminicidio; si es un varón, es un homicidio”, afirmó contundentemente, elevando el tono de una discusión que promete dividir opiniones en la sociedad campechana.
La aprobación, realizada en un horario y contexto poco convencionales, ha levantado cuestionamientos sobre la transparencia del proceso y la oportunidad de abordar un tema tan sensible en medio de las festividades. Mientras el Carnaval sigue su curso, el debate sobre la despenalización del aborto se instala como un eco que resuena más allá de los festejos, enfrentando visiones opuestas sobre la vida, la ley y los derechos en el estado de Campeche.
