CAMPECHE, CAMP. Una vez más, el tiempo y la falta de mantenimiento amenazan una de las iglesias históricas de Campeche. Esta vez, fue la parroquia de San Antonio de Padua en Hopelchén la que sufrió el desplome de una viga de madera de su capilla lateral el pasado 14 de febrero.
En una entrevista con el periódico CAMPECHE HOY, el vocero de la Diócesis, Luis Ángel Mendoza Pérez, nos recibió en sus instalaciones en el Seminario Menor “San Felipe de Jesús” para compartir la situación actual de este importante recinto que enfrentó algunos daños.
“En el último reporte del INAH, nos ha informado que por fortuna no representa un peligro para la comunidad, la estructura del templo está bien, pero no significa que no se harán trabajos de mantenimiento porque al ser una de las siete iglesias históricas lo amerita”, aseguró el vocero.
IMÁGENES DAÑADAS
Al mismo tiempo, confesó que el desplome ocurrió en una capilla lateral por la antigüedad y un poco de humedad, en donde se resguardan algunas imágenes religiosas de Semana Santa, es decir, allí, comúnmente la gente no transita, es un lugar solamente para tener a veneración a los fieles.
“Dos angelitos que estaban ahí se rompieron, de su base y en la parte de arriba, pero esto le corresponderá a la iglesia cambiarlas o restaurarlas si así lo deciden, ya que no se necesitan recursos exteriores pues el material de fibra de vidrio es económico”, manifestó.
se a que este pedazo de madera colapsó, el culto a los fieles en ese templo no sufrió ninguna alteración, porque el templo no representa ningún daño religioso para ellos.
LA NECESIDAD DE ACCIÓN URGENTE
Ante esto, recalcó que ya la Autoridad del Patrimonio Cultural del Estado, dirigida por Rosa del Carmen “Ro” Olvera Salinas, realizó las primeras inspecciones de la estructura para evaluar los daños de la capilla y para conocer si hay más riesgos.
Mendoza Pérez dijo que por ello INAH aprobó un permiso al Ayuntamiento de Hopelchén, para que se pudiera hacer dentro de los proyectos de mejora del municipio, trabajos en el edificio parroquial, ya que, aunque no hay riesgo de colapso al ser una iglesia histórica necesita mantenimiento.
D u r a n t e l a i n s p e c c i ó n , se tomaron fotografías y se identificaron las áreas más deterioradas. Con la colaboración de autoridades locales y Protección Civil, se definieron acciones prioritarias para garantizar la seguridad del inmueble.
OTRAS IGLESIAS PRESENTAN DAÑOS
El problema de deterioro estructural no es exclusivo de la iglesia de San Antonio de Padua en Hopelchén. Según Mendoza, la iglesia de la Asunción en Tenabo, construida en el siglo XVII, también presenta graves grietas en su techo.
Aunque ya se ha iniciado un trabajo de mantenimiento, las grietas siguen avanzando y se espera la autorización del INAH para proceder con reparaciones más profundas. En Calkiní, el El personal del INAH junto a Protección Civil, recorrieron el lugar para verificar todo el techo.
Templo de San Ignacio de Loyola muestra un deterioro severo en su techo. De igual forma, en el Templo de San Bartolomé Apóstol presenta daños visibles en la fachada, escaleras y torres. La iglesia de San Francisco de Asís en la capital ha recibido reparaciones mínimas como labores de impermeabilización parcialmente el techo.
El caso de la iglesia de San Juan de Dios en el Centro Histórico, construida en 1675, ya se está actuando. Ya se implementan medidas preventivas, como la conservación de elementos estructurales como el ciprés, pues por su antigüedad podría ceder.
En Hecelchakán, la parroquia central de San Francisco de Asís, que sufrió un colapso similar en el pasado, sigue bajo vigilancia constante debido a los daños en su retablo neoclásico.
