CAMPECHE, CAMP. El sol apenas se asomaba sobre la ciudad, pero más de 50 veterinarios se alineaban frente a la plaza principal de Campeche, con pancartas en alto con mensajes como “Ni un veterinario más”, “Queremos respeto y dignidad”, “No más violencia contra los profesionales” y la furia del dolor reflejada en sus rostros.
El Colegio de Médicos Veterinarios de Campeche, señaló que convocó está protesta, no solo en un acto de memoria, sino una demanda urgente: justicia para su colega caído, asesinado en Tultepec, Estado de México, mientras cumplía con su misión de cuidar a los animales.
Con pasos firmes, médicos recorrieron las calles de la capital. Cada uno de ellos, impulsado por la indignación, exigía algo más que justicia. Necesitaban mejores condiciones laborales, un entorno seguro y, sobre todo, un alto a la violencia que empañaba la noble tarea de proteger a los animales.
“No es solo un asesinato, es una llamada de auxilio para todos los que día a día arriesgamos nuestras vidas en clínicas y consultorios”, dijo uno de los manifestantes, mientras se cruzaba con otro grupo de colegas que elevaban sus voces con consignas que exigían respeto y dignidad.
MÁS QUE UN ACTO SIMBÓLICO
El movimiento no solo fue para recordar a un ser querido, sino para resaltar una problemática que, lamentablemente, parecía no encontrar solución: el abuso de poder y las amenazas que los veterinarios enfrentan.

