MÉXICO.- Petróleos Mexicanos (Pemex) ha cumplido con sus gigantescos acreedores, pero las medianas y pequeñas empresas siguen esperando el pago que hasta el momento no ha llegado. El primer abono de la petrolera se realizó en enero; el segundo de aproximadamente 10 mil millones de pesos, se les entregó en el mes del Día del Amor, pero dejó fuera a las pequeñas y medianas, las mismas que sostienen la economía de miles de familias campechanas. Es decir: “Apapacho para los poderosos; para los demás, la indiferencia”.
Otro problema es que hay empresarios que ni siquiera han podido abrir el sistema de Codificación de Pagos y Descuentos (Copade), lo que significa que la deuda real podría ser mucho mayor a la registrada. Si Pemex no cumple con sus pagos, la quiebra de cientos de pequeñas y medianas empresas será inminente.
En la lista de beneficiados destacan empresas como Cotemar, Typhoon Offshore, BME Subtec, Comisión Nacional de Hidrocarburos, Tabasco OFS, Enerflex Compression Services, Demar Instaladora y Constructora, Industria Regiomontana Quantron, Seguros Atlas, Corporativo de Servicios, LMC Servicios Ambientales, Kanutam.
Así como: Chemiservis, Sepec Oilfield Services, Advance Drilling, Arrendadora de Equipo y Maquinaria, Logística Marina, Naviera Integral, Grupo Vordcab, Comercial en Fletes México, AEE Marine Services, Cómputo y Electrónica de Diavaz Servicios de Producción, Lumina Geophysical de México, INKM Ingeniería, Naviera Armaxex, Black Ecco TI, Transportes Aéreos Pegaso, Mexxus Drilling International, Construcciones y Dragados del Coimsur, Empresas Elizondo García, Transportación Marítima Mexicana y, Solintegral del Golfo de México. Empresas con la capacidad de esperar, para resistir cualquier retraso.
Cabe recordar que, en septiembre de 2024, un documento de la Cámara de Diputados reveló que Pemex mantenía una deuda de más de 97 mil millones de pesos con proveedores de Ciudad del Carmen y la zona sureste, mientras que a nivel nacional la deuda total supera los 402 mil 874 millones de pesos.
Aunque estos números pueden parecer sólo cifras en un estado financiero, representan la ruina de muchos empresarios que han tenido que pedir créditos para seguir pagando nóminas, mientras las puertas de los bancos se cierran por la falta de pagos de Pemex.
La situación ha llegado a un punto crítico: empresas que cumplen con sus obligaciones contractuales, pero que no reciben el pago correspondiente; negocios que han tenido que suspender operaciones por falta de liquidez; patrimonios enteros que se desmoronan por la morosidad de la paraestatal.
Opex, una de las tantas afectadas, ya tuvo que reducir sus actividades, y otras podrían seguir el mismo camino.
