MÉXICO. En un día cargado de simbolismo y justicia histórica, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo arribó a la Sierra Tarahumara, Chihuahua, para cumplir un compromiso largamente esperado: devolver las tierras a sus legítimos dueños.
Con la solemnidad que la ocasión ameritaba, firmó dos decretos que restituyen los derechos de propiedad comunal a las comunidades indígenas de Bosques de San Elías Repechique y Guasachique, abarcando un total de dos mil 178 hectáreas.
“Regresamos las tierras a quienes les pertenecen”, declaró Sheinbaum ante una multitud que la escuchaba con atención y esperanza. En el corazón de esta región de cultura ancestral, la mandataria reafirmó que no puede haber progreso real en un país donde millones viven en la pobreza.
El acto, cargado de emotividad, contó también con la presencia de Edna Vega Rangel, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, quien destacó que esta decisión no solo restituye tierras, sino que reivindica siglos de lucha contra el despojo y el desplazamiento forzado. “Es un legítimo reconocimiento de la propiedad comunal”, señaló Vega, asegurando que este es solo el inicio de un plan más amplio para garantizar la igualdad en los pueblos originarios.
MENSAJE DE RECONOCIMIENTO
Sheinbaum Pardo aprovechó el evento para anunciar medidas que buscan impactar directamente en las vidas de las mujeres indígenas, históricamente invisibilizadas.
Entre los anuncios más aplaudidos, destacó el programa de pensiones para mujeres de entre 60 y 64 años, que se implementará a partir del próximo año. “Este es un reconocimiento al trabajo que hemos hecho las mujeres desde siempre, cuidando el hogar, los hijos, y muchas veces a los propios esposos”, expresó con énfasis, arrancando vítores y aplausos de la audiencia.
Además, la presidenta confirmó la implementación de becas educativas para todas las familias con hijos en escuelas públicas, entregando mil 900 pesos por familia y 700 pesos adicionales por cada hijo estudiante. Sheinbaum también aseguró la contratación de médicos y enfermeras para brindar atención en comunidades marginadas, con visitas mensuales dedicadas especialmente a adultos mayores y personas con discapacidad.
HERENCIA DE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN
Fiel a los principios de la Cuarta Transformación, Sheinbaum no dejó pasar la oportunidad de criticar las políticas de gobiernos anteriores, a los que acusó de servir a intereses de unos pocos en detrimento de los más vulnerables. “Hoy estamos haciendo justicia, para que nunca más se abandone a los pueblos originarios ni se les despoje de sus tierras”, enfatizó.
La jornada concluyó con un ambiente de esperanza renovada, donde la Sierra Tarahumara fue testigo de un momento que promete marcar un antes y un después en la lucha por la reivindicación de los derechos de los pueblos originarios. Para ellos, este no fue solo un acto político, sino un acto de justicia que llevaba demasiado tiempo pendiente.