CAMPECHE, CAMP.- El eco de la indignación sigue retumbando en la calle 8, un grupo de trabajadores despedidos libra una lucha que parece interminable. Son 87 días de resistencia, un plantón que ya no solo es una protesta, sino un acto de supervivencia. Carpas improvisadas, miradas cansadas y una consigna inquebrantable: “Hasta que des la cara, Biby”.
Estos hombres y mujeres, más de 20 en total, han decidido que ni la Navidad ni el Año Nuevo serán suficientes para detenerlos. La exigencia es clara: ser reinstalados en los puestos que ocuparon durante años, antes de ser despojados de ellos de forma abrupta y cruel.
En entrevista con Campeche Hoy, se pudo saber de cerca lo que han estado viviendo estos campechanos, quienes desafortunadamente han tenido que abandonar sus casas y sus familias para pelear por sus derechos.
UN CAMPAMENTO DE LUCHA Y SACRIFICIO
Una carpa que ocupan se ha convertido en su refugio y su trinchera. Cada semana, se turnan para mantener viva la protesta. Las historias de los manifestantes son desgarradoras, pues narran como ha sido el calvario desde el día en que la Comuna decidió que ya no los necesitaba.
Cada historia detrás de los despidos revela un patrón de arbitrariedad y discriminación por edad. Lidia del Carmen Chávez Baza, por ejemplo, despedida en 2019 tras 21 años fue despedida sin previo aviso, un día común en su oficina simplemente le dieron “Agarra tus cositas y te vas”.
Francisco Can Dzib, tenía 27 años al servicio, fue despedido en agosto del año presente, luego de llegar al trabajo y no permitiéndole continuar con sus labores, esto al igual que Fernando Zapata Archivor 27 años siendo despedido un 15 de agosto del año presente.
Fernando Betancourt con 21 años se encontraba de viaje, cuando regresó le dijeron queya no lo necesitaban más este año. Mientras que Heidi Arias llevaba 14 años al servicio siendo despedida en julio del 2022.
Patricia Aguirre llevaba 12 años al servicio, despedida a mediados del 2019; la situación fue triste, señaló que solicitó permiso para ausentarse un tiempo pues la operaron para extirparle un riñón, luego de eso a las semanas, se enteró de su despido.
Carlos Manuel Contreras Campos fue despedido tras 20 años en agosto de 2019, tras publicar en Facebook una foto con un familiar vinculado a Morena, durante la administración del edil prófugo se enteró y lo despidió.
SOMBRAS DE IRREGULARIDADES
El ambiente que rodea el campamento está impregnado de desconfianza. Los manifestantes hablan de hostigamientos y vigilancia constante. Dicen que trabajadores de Protección Civil, en
lugar de prestar ayuda, los miran desde lejos y toman notas. “Nos sentimos como enemigos en nuestra propia ciudad”, comenta Fernando Betancourt, otro de los despedidos.
Para estos hombres y mujeres, el despido no fue solo una pérdida económica. Fue el golpe de una maquinaria que, según ellos, los dejó de lado por su edad. “Nos reemplazaron con jóvenes, allegados a Eliseo y Biby. Era como si ya no sirviéramos, como si fuéramos un estorbo”.
