CAMPECHE, CAMP.- . La tensión crece en el Centro Histórico, donde exempleados del Ayuntamiento llevan 71 días de protesta, exigiendo justicia por despidos que califican de arbitrarios y una burla a sus años de servicio, ahora acusan que quieren liquidar solo a los que a lo mucho tiene un año de antigüedad.
Los manifestantes, muchos con décadas de trabajo, aseguran que las autoridades les han ofrecido liquidaciones indignas, como 11 mil pesos para un empleado con 27 años de servicio.
Vicente Cruz y Eleazar Herrera, autoridades señaladas por los trabajadores, son acusados de tratarlos “como vándalos”.
Insisten: “No estamos dañando la institución. Solo bloqueamos el paso, porque exigimos justicia”. Para los protestantes, la reunión reciente con el secretario del Ayuntamiento, que esperaban fuese para negociar, se convirtió en una “sesión de regaños e intimidaciones”. Uno de ellos expresó con frustración: “Parece que solo nos sentaron para regañarnos, sin solución”.
UN TRATO INJUSTO Y AMENAZAS PREOCUPANTES
La desesperación es palpable entre los sindicalizados, quienes narraron cómo se les dijo que solo aquellos con menos de un año de antigüedad podrían aspirar a una liquidación. Para el resto, la respuesta fue un tajante “lo sentimos mucho”. “La ley nos debe amparar, pero ellos dicen que tienen una directriz y pueden despedir a quien quieran”, agregó otro manifestante.
Las tensiones se han exacerbado por la presencia de elementos de Protección Civil, a quienes los manifestantes acusan de haberlos intimidado físicamente. “Hoy a las 7:30 am, ex policías ahora en Protección Civil nos agredieron. Incluso vimos a un joven armado, lo que encendió las alarmas”.
DERECHO A PROTESTAR VS. FUERZA DESMEDIDA
En un momento que varios califican como “inadmisible”, las autoridades procedieron a desmantelar las barricadas levantadas por los manifestantes.
Vestidos de naranja y encabezados por Guadalupe Rodríguez Chávez, elementos de Protección Civil superaron en número a los protestantes y retiraron toldos y artefactos que bloqueaban la entrada del Palacio Municipal.
“Es inaudito que se viole nuestro derecho a manifestarnos pacíficamente”, subrayaron. Los manifestantes, quienes aseguran que no han causado daño alguno al edificio, señalaron que las acusaciones de clavar estructuras son falsas: “No hay ni un solo clavo. Es puro pretexto para intimidarnos”.
La protesta, para ellos, no es solo un acto de resistencia, sino una lucha por dignidad. “Estamos cansados de que nos traten como el patito feo, de que nos den largas y amenazas”, concluyeron, sin intención de rendirse en su búsqueda de justicia
