MÉXICO.-La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó recientemente el impacto de las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en la deuda de Pemex, señalando que en solo 10 años, la paraestatal mexicana acumuló una deuda histórica que creció un 129.5 por ciento, acompañada de un desplome en la producción de petróleo, gas y gasolina.
Esta situación, afirmó la mandataria federal, refleja la devastación del “periodo neoliberal” y los intentos fallidos de privatización de Pemex.
Explicó que, bajo el argumento de evitar el endeudamiento, se promovieron reformas energéticas y medidas de privatización. Sin embargo, los resultados mostraron lo contrario: durante el periodo de Peña Nieto, la producción de crudo cayó un 28 por ciento, la inversión en exploración y producción disminuyó un 55 por ciento, y la producción de diésel y gasolina se desplomó en más del 50 por ciento.
Según cifras oficiales, se importaron combustibles en volúmenes históricos mientras las refinerías mexicanas operaban a baja capacidad, generando un escenario de dependencia energética.
Uno de los casos más controvertidos fue el contrato del Complejo Etileno XXI, un acuerdo entre Pemex y la subsidiaria de Odebrecht, Braskem-Idesa. La operación garantizaba la venta de etano con un descuento del 25 por ciento por debajo del precio de mercado, lo que causó pérdidas millonarias para Pemex.
En palabras de la presidenta de México, el “contratismo” y la reducción de capacidades propias de Pemex evidenciaron un proceso de privatización disfrazado de reestructuración.