CAMPECHE.- Cada altar cuenta una historia, de la memoria de los que nos han dejado, por ello, durante el programa “Martes del Jaguar”, se promovió el Octavo Concurso de Altares Hanal Pixán. Del cual dijo la gobernadora Layda Sansores San Román, es una manera de recordar y honrar a los que se nos han adelantado y robustecer las tradiciones. Por ello, anunció que desde el viernes 31 de octubre inicia el puente escolar.
Recordó que cada año, México se viste de colores y aromas para recordar a quienes ya no están en este mundo, una celebración que tiene tantas formas como regiones. En cada rincón del país, familias se reúnen con una misión en común: honrar a los que se adelantaron, brindarles el calor de un hogar y celebrar su vida en altares llenos de ofrendas.
Aunque los nombres cambien y las costumbres varíen, el propósito es el mismo. Un ejemplo es el Hanal Pixán, dijo la gobernadora, la ancestral tradición maya de la Península de Yucatán, que significa “comida de las ánimas” y que aunque se asemeja al Día de Muertos en el centro del país, cuenta con detalles únicos de la cultura maya.
En la tradición del Hanal Pixán, las almas de familiares y amigos vuelven cada año para visitar a sus seres queridos.
Los mayas creen que el alma es inmortal, y por eso esta celebración es un acto de comunión con ellos, ofreciéndoles comida y bebida. Todo se organiza en tres altares colocados debajo de los árboles, adornados con veladoras, flores y fotografías, creando un ambiente de paz y luz.
Cada altar se llena de objetos sagrados, como la cruz verde de ceiba, que simboliza el árbol de la vida. Entre los platillos esenciales, destaca el mucbipollo o “pib”, un tamal de maíz y manteca, envuelto en hoja de plátano y cocido en hornos bajo tierra, conocido como “muuk”
