MÉXICO.- Las fuentes de energía solar y eólica dependen de condiciones climáticas variables, lo que las hace intermitentes. Cuando la producción energética disminuye, se generan riesgos de interrupciones en el suministro. Sectores como la manufactura, telecomunicaciones y tecnología de la información (TI) requieren un suministro de energía confiable, ya que un corte de energía podría traducirse en pérdidas millonarias y en afectaciones críticas a la operación.
Para enfrentar este desafío, México ha comenzado a implementar sistemas de almacenamiento de energía que permiten almacenar el excedente generado durante los picos de producción de energías como la solar y la eólica, y utilizarlo cuando hay una disminución. De esta manera se estabiliza el suministro energético y se maximiza el uso de fuentes limpias, lo que contribuye a la descarbonización de la matriz energética nacional.