MÉXICO. La dirección de Pemex ya ha puesto en el tablero a sus principales figuras del juego. La compañía, que se espera tenga una administración más apegada a la transición energética, ha apostado por veteranos del sector petrolero para sus principales puestos, según los últimos anuncios.
Entre los analistas del sector existe el consenso de que la administración de la petrolera ha elegido perfiles con experiencia, pero que el futuro de la compañía dependerá de dos principales factores: el presupuesto que le sea otorgado –principalmente a la filial de exploración y producción– y el plan de negocios que rija a la estatal en los próximos años.
“Los perfiles de los profesionales de Pemex en general siempre han sido buenos debajo del director general. El problema que se tiene es que siempre son muy disciplinados y se alinean a la estrategia que les marcan. Yo esperaría a conocer su plan de negocio o su estrategia para opinar porque ellos la seguirán al pie de la letra”, dice un ex alto funcionario del gobierno federal.
Hasta ahora los anuncios han sido generales, Pemex tiene la meta de extraer 1.8 millones de barriles de crudo y continuar con el plan de refinación heredado por la administración obradorista.
El primer gran puesto esperado por el mercado era el del director de Pemex Exploración y Producción (PEP), la filial de la que económicamente más depende la compañía y que durante el sexenio pasado no fue prioridad. Víctor Rodríguez Padilla, el nuevo CEO de la petrolera, se ha decantado por Nestor Martínez Romero, un viejo conocido del sector y un ex consejero de la Comisión Nacional de Hidrocarburos –su último cargo y que concluyó el año pasado después de dos periodos– para llevar el timón de esa fracción de la compañía.
Martínez Romero es un veterano de Pemex. Ha laborado en PEP, en el Instituto Mexicano del Petróleo y se ha desempeñado como investigador.
Carlos Lechuga, un ingeniero químico y funcionario con experiencia en el área de logística de la petrolera, ha sido designado como director de Pemex Transformación Industrial (TRI), la filial de la compañía que agrupa el negocio de refinación y venta de combustibles y que no ha logrado la rentabilidad.