MÉXICO.- En una emotiva y simbólica ceremonia en el corazón del Zócalo capitalino, Claudia Sheinbaum Pardo recibió el bastón de mando, simbolismo ancestral cargado de poder político y espiritual que une al gobierno con las comunidades indígenas y afromexicanas de México.
Este acto marcó el inicio formal de su mandato como Presidenta Constitucional de México, el cual se extenderá
del 2024 al 2030, y reafirma su compromiso con los ideales de la Cuarta Transformación, impulsados por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Bajo un cielo que parecía testigo del momento histórico, el Zócalo fue escenario de rituales ancestrales cuidadosamente preparados para purificar y preparar a Sheinbaum en su nuevo rol.
Entre rezos, danzas y una ceremonia de limpia, el ambiente estaba cargado de simbolismo y respeto por las raíces profundas de la cultura mexicana. Estos rituales, liderados por guías espirituales de los 70 pueblos indígenas y afromexicanos, buscaron garantizar un liderazgo justo, equilibrado y en sintonía con las necesidades de las comunidades históricamente marginadas.
Uno de los momentos más conmovedores ocurrió cuando una de las guías espirituales, rodeada por los representantes de los pueblos, alzó la voz para declarar:
