Con gran emoción y efusividad, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la obra más emblemática de su sexenio: el Tren Maya. Durante la ceremonia en Chetumal, Quintana Roo, el mandatario no solo celebró la conclusión de este proyecto monumental, sino también reconoció el esfuerzo de todos aquellos que lo hicieron posible.
En un momento conmovedor, el mandatario federal expresó su profunda admiración por Layda Sansores, la gobernadora de Campeche, con las palabras: “Quiero mucho, mucho, muchísimo a Layda, la gobernadora de Campeche”, reflejando la estrecha relación entre ambos y el impacto positivo de este proyecto en su estado.
Layda Sansores, por su parte, ha sido una de las mayores promotoras del Tren Maya, agradeciendo incansablemente al presidente por llevar el “caballo de fuego” a las tierras mayas y reactivar la economía regional de Campeche.
Cabe recordar que, durante una conferencia de “La Mañanera” el 22 julio pasado, la gobernadora destacó el impacto que esta obra ha tenido en el sureste del país, una región que por décadasfue marginada por los gobiernos anteriores. Gracias a la visión de López Obrador, aseguró, “el jaguar resurge” y el pueblo de Campeche encuentra un nuevo destino lleno de oportunidades.
En su emotivo discurso, Sansores señaló que el Tren Maya no solo ha dejado una huella en la infraestructura y la economía, sino también en el corazón de los campechanos. El proyecto ha tenido un impacto intangible, pero profundo, en la vida emocional de los habitantes. “El tsíimin k’áak no es solo un golpe de buen viento, sino una resurrección para nuestra tierra”, dijo la mandataria, haciendo referencia al espíritu de transformación que ha traído consigo el tren. Para ella, esta obra es mucho más que vías y estaciones; es un símbolo de esperanza y renovación.