CARMEN, CAMP.- Una ola de devoción inundó el Santuario Diocesano de Nuestra Señora del Carmen cuando más de 10 mil carmelitas se reunieron para venerar la reliquia de San Judas Tadeo. El símbolo sagrado llegó al puente Zacatal a las 11:30 de la noche del jueves, y desde allí, una caravana de fe lo condujo hasta el santuario, donde lo esperaban multitudes ansiosas por recibir su bendición.
Desde las primeras horas del viernes, cientos de fieles comenzaron a llegar, formando largas filas para participar en las Santas Misas Solemnes que se celebraron durante todo el día. En las calles de la isla y alrededores del santuario, el fervor era palpable; comerciantes ofrecían recuerdos como imágenes, pulseras y velas de San Judas Tadeo, convirtiendo el ambiente en una mezcla de fe y tradición.
El momento más esperado fue cuando los devotos pudieron acercarse a la reliquia. Con emoción y reverencia, muchos llevaron sus imágenes personales para ser bendecidas al paso del sagrado objeto. Fue un encuentro espiritual, en el que los carmelitas sintieron que sus oraciones y esperanzas tocaban lo divino.
La reliquia permaneció en el santuario hasta las 11:00 de la noche de ayer viernes, cuando una nueva caravana la llevó a las parroquias de Isla Agua, Sabancuy y Mamantel, continuando su peregrinaje de bendición.
El próximo 1 de octubre, la reliquia será recibida en la capital campechana, con su primera parada en la parroquia del poblado de Lerma, y culminará su jornada en la Catedral de Campeche, donde miles más la esperarán con el mismo fervor y amor que caracteriza a los creyentes.
La presencia de San Judas Tadeo en la isla fue más que un evento religioso: fue un reencuentro con la fe, una reafirmación de esperanza y una celebración de la profunda devoción del pueblo carmelita.
