MÉXICO- En una de sus últimas acciones como presidente, Andrés Manuel López Obrador ha dejado clara su postura frente a los intereses privados que amenazan el patrimonio ambiental de México. El decreto que establece al polígono “Felipe Carrillo Puerto” como Área Natural Protegida es una muestra de su compromiso con la defensa del medio ambiente y la soberanía nacional. Este polígono, que abarca municipios turísticos como Playa del Carmen, Tulum y Cozumel, también incluye los terrenos de Calica, propiedad de la minera estadounidense Vulcan Materials, que ha explotado la zona durante décadas.
Dicho decreto, fue publicado el pasado lunes, donde establece al sitio Felipe Carrillo Puerto como área natural protegida bajo la categoría de protección de flora y fauna. Con esta designación, se prohíben estrictamente las actividades de exploración, explotación y aprovechamiento de minerales, conforme a lo dispuesto en la Ley de Minería.
Asimismo, queda vetada la apertura de bancos de materiales, la extracción de piedra o cualquier otro tipo de recurso para la construcción, junto con otras medidas que hacen ilegal cualquier intervención que cause daño en la zona.
La historia de Vulcan en México está marcada por la explotación desmedida y el daño ecológico. Desde los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, la empresa recibió permisos para extraer materiales, violando en el proceso múltiples leyes ecológicas. Bajo el mandato de López Obrador, la situación cambió. La clausura impuesta por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la reciente declaratoria de Área Natural Protegida son decisiones que buscan frenar el saqueo de los recursos naturales y reparar el daño causado.
