MÉXICO- La reciente agresión contra el presidente Andrés Manuel López Obrador en Veracruz, donde un abogado le lanzó una botella de agua durante una manifestación, es un claro reflejo de la resistencia que ciertos sectores del Poder Judicial oponen a la transformación del país.
Más allá de la anécdota del incidente, lo que realmente debe alarmarnos es lo que está detrás: una red de tráfico de influencias enquistada en el sistema judicial que defiende intereses privados y privilegios a costa del bienestar colectivo.
El presidente fue claro al señalar que esta agresión no fue casualidad, sino la expresión de la frustración de quienes ven peligrar sus cotos de poder.
La construcción irregular de la llamada Torre Centro en el histórico puerto de Veracruz es solo uno de los tantos ejemplos de cómo el Poder Judicial, en complicidad con despachos de abogados y autoridades locales, permitió la edificación de un “adefesio” en uno de los lugares más emblemáticos de México.
Esta obra, autorizada durante la administración de Miguel Ángel Yunes Linares, refleja el nivel de impunidad y corrupción que reina en algunos secto