MÉXICO- El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), explicó que el magnate Ricardo Salinas Pliego, enfrenta un adeudo fiscal de 63 mil millones de pesos al SAT.
Aunque ya se demostró que se debe el dinero. Consideró que el empresario acudió a la SCJN para insistir en la defensa. Reiteró que el caso ya no le compete a la Corte, pues el expediente pasó por la Corte y los tribunales. Explicó que el caso fue turnado a un ministro, pero lo que procede es que digan que ya es cosa juzgada.
Durante su conferencia de “La Mañanera”, enfatizó: la deuda existe, está demostrada, y es la Corte quien deberá tomar una decisión final sobre los dos expedientes más recientes, uno de dos mil 500 millones de pesos y otro de 25 mil millones.
Pero, ¿por qué Salinas Pliego sigue en pie de lucha, defendiendo lo indefendible? El empresario no parece dispuesto a cumplir con sus obligaciones, y su postura desafiante ante el fisco es un reflejo del poder desmedido que ha acumulado a lo largo de los años.
Es preocupante que, a pesar de los señalamientos y evidencias, Salinas Pliego acuda a la SCJN con la esperanza de revertir lo que, según López Obrador, ya está juzgado. ¿Cómo es posible que una fortuna tan grande, amasada en buena medida con negocios que dependen de la economía mexicana, busque evadir su contribución al país?