MÉXICO- El expresidente priista, Ernesto Zedillo Ponce de León, vuelve a las mentiras al afirmar que necesita trabajar para mantener a su familia. La realidad es que, sin esfuerzo alguno, recibe una pensión mensual de 136 mil pesos, es decir, más de un millón 632 mil pesos anuales, una suma escandalosa financiada por el erario público.
Pero eso no es lo más grave: Zedillo Ponce de León es responsable de dos grandes tragedias nacionales. En el ámbito económico, dejó a México con el Fobaproa, un rescate bancario que endeudó al país por generaciones. En lo social, su gobierno fue escenario de las masacres de Aguas Blancas, Acteal, El Charco y El Bosque, tragedias imborrables en la memoria colectiva.
No solo su administración dejó cicatrices profundas. Se han documentado vínculos entre su círculo cercano familiar y cárteles como el de Colima y Juárez, lo que pone en duda la integridad del expresidente al acusar que hoy en México se vive una “dictadura”.
Ante estos datos, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido claro: lo que se vive en el país es una transformación que busca arrancar de raíz la corrupción que favoreció a figuras como Zedillo.
A diferencia del antiguo régimen, esta transformación se está logrando sin violencia, sentando las bases para un México donde el humanismo y la grandeza cultural, heredada desde la época prehispánica, ocupen el lugar que les corresponde.
