La implementación de estos programas ha permitido que muchas familias mejoren sus condiciones de vida y tengan acceso a recursos que antes les eran inaccesibles.
Los datos reflejan que más del 50 por ciento de la población ha sido beneficiada por alguno de los programas sociales impulsados por el gobierno federal, un hecho que no solo habla del éxito de las políticas públicas, sino también de un enfoque regional dirigido a transformar el sur del país.
PRIMEROS PASOS HACIA LA IGUALDAD
Estos esfuerzos se enmarcan en la visión de ‘primero los pobres’, que ha sido el lema más repetido por AMLO durante su gestión.
En su discurso del Sexto Informe de Gobierno, destacó que, durante su administración, la pobreza extrema disminuyó en más de cinco millones de personas, gracias a la expansión de estos programas sociales.
“El compromiso del presidente López Obrador con la justicia social es innegable. Los programas sociales han sido una herramienta crucial para combatir la pobreza y apoyar a las familias en
situación vulnerable”, afirma Javier May Rodríguez, gobernador electo de Tabasco.
Los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reflejan que la política de bienestar de AMLO ha generado una redistribución histórica de los recursos del Estado hacia quienes más lo necesitan, convirtiéndose en un pilar de su legado.
La administración ha invertido más de 1.5 billones de pesos en programas sociales a nivel nacional en 2023. Entre los programas destacados, la Pensión para Adultos Mayores recibió alrededor de 600 mil millones de pesos, Jóvenes Construyendo el Futuro, unos 200 mil millones, y Sembrando Vida, aproximadamente 150 mil millones.
LA LUPA SOBRE EL GASTO PÚBLICO
Sin embargo, no todo ha sido sencillo. La política de redistribución del ingreso, a través de estos programas sociales, ha sido motivo de fuertes críticas por parte de sectores opositores. Se ha cuestionado la sostenibilidad de los programas y su impacto en el presupuesto federal, dado que representan una inversión millonaria anual.
La oposición acusa que se trata de una estrategia populista diseñada para mantener el apoyo electoral, aunque AMLO ha sostenido que la verdadera justicia social es devolverle al pueblo lo que históricamente se le ha negado.
Uno de los puntos álgidos ha sido la centralización del poder que estos programas implican. Desde su inicio, los programas de bienestar fueron colocados bajo la dirección directa de la Presidencia y de la Secretaría del Bienestar, dejando poco margen a los gobiernos estatales y municipales para su gestión.
Esto ha provocado roces con ciertos gobernadores, aunque AMLO ha defendido la necesidad de una operación directa y transparente para evitar la corrupción que, en administraciones anteriores, caracterizaba los programas de asistencia social.
IMPACTO REAL PALPABLE
A pesar de las críticas, los números son contundentes: los programas sociales de AMLO han beneficiado a millones de mexicanos, y su impacto se extiende mucho más allá de las cifras. Para muchos, estas políticas han significado la diferencia entre la subsistencia y el hambre.
