CAMPECHE.- El telón del teatro Francisco de Paula Toro develará por primera vez a Nicté del Carmen Valdez Cházares, como protagonista de la obra “Los empeños de una casa”, que el Instituto de Cultura y Artes del Gobierno del Estado de Campeche trae a través de la Compañía Nacional de Teatro.
A la luz de los reflectores sobre su rostro, se reencontrará con el público al son de boleros mexicanos, “Lágrimas Negras”, “Piel Canela” y otras canciones que desbordan sobre su silueta. Nicté protagoniza una comedia amorosa y poética, llena de enredos y confusiones.
“Volver a casa siempre es un regalo. Me interesa mucho que más jóvenes vean que es posible estar en la Compañía Nacional; que no es un sueño lejano, y que, si uno lo desea y trabaja por ello, hay acceso”, expresó durante los ensayos que traen la adrenalina al corazón al tiempo que presenta sonriente a los 14 trabajadores de staff y equipo técnico de la CNT que trabajan en el legendario Teatro de la Ciudad Francisco de Paula Toro y disponen todo para la puesta en escena en Campeche de “Los empeños de una casa”, de la autoría de Sor Juana Inés de la Cruz.
Los montajes prometen un deleite con actuaciones de gran calidad. Los esfuerzos han sido titánicos para llegar al más importante escenario del terruño y poner en alto el nombre de Campeche a través de la prestigiosa CNT.
Nicté del Carmen estudió dos años de la licenciatura en Historia en la Universidad Autónoma de Campeche, incursionó en teatro con el maestro y director cubano Juan Arce Saavedra, quien la motivó a continuar en el camino. Estudió en la Escuela Superior de Artes de Yucatán, ahora Universidad de las Artes de Yucatán, y posteriormente trabajó en dos compañías: una de circo y en La Rendija, con Raquel Araujo.
Fue el teatro comunitario el que encendió la antorcha para Nicté, pues las causas sociales han sido el aliciente para adentrarse a la selva lacandona, junto con su amigo el actor Josué Maychi, para convivir con los rarámuris y su entorno.
La causa social atraviesa todos los sentidos de Nicté, una artista que cree en la ficción y al mismo tiempo la experimenta vivencialmente: “Para mí, no hay una separación entre las experiencias de la vida y el teatro, sin ellas no puedo mostrar nada en el escenario, aunque no lo haya vivido todo”.
Uno de los temas que más le conmueve es el de las desapariciones, así como el flagelo de violencia sobre las mujeres.
La actriz campechana estuvo en los Estados Unidos y, a su regreso a México, hizo comerciales y cine independiente, a la par de hacer méritos para ingresar a la Compañía Nacional de Teatro. Asimismo, participó en la producción “Boli derretido”, así como en cintas dirigidas a la comunidad, a los procesos sociales y de la tierra.
Ahora, entrega su esencia como actriz, como humana y artista, en el taller “Cuerpo y Espíritu” que impartió los primeros días de septiembre en el teatro Juan de la Cabada Vera, donde alumnas y alumnos resolvieron situaciones a través de la música, danza, filosofía y arte que acompañan al teatro.
Nicté es poseedora de un espíritu jovial, imparable y social. Es amante de la esencia y trato humano, de la cumbia, la salsa y los libros, en especial “Piedras de Agua” de Julia Barley. Otra obra que la ha marcado en el teatro desde una perspectiva más poética, incluso espiritual, es “Teatro de la Caricia”, de Finzi Pasca. Entre las obras teatrales que han influido en ella destacan “El círculo de cal”, dirigida por Luis de Tavira, un trabajo exquisito de máscara.
Nicté del Carmen y la Compañía Nacional de Teatro le han dado un lugar a Campeche y también Campeche le ha dado un lugar de su corazón, justo al abrirse el telón.
