MÉXICO- El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), afirmó que, en los seis años de su gobierno, no se han registrado casos graves de corrupción dentro del gobierno federal, a excepción del escándalo en Segalmex, al que se refirió como “la mancha que me llevo”.
Esta afirmación es significativa no solo porque se enmarca en un contexto donde la corrupción ha sido un tema recurrente en las administraciones anteriores, sino porque reafirma su narrativa de que su gobierno representa una ruptura con el pasado.
López Obrador se mostró contundente al señalar que la clave para evitar la corrupción ha sido la correcta selección de los miembros de su gabinete. Según el mandatario, su vigilancia constante sobre el funcionamiento del gobierno ha permitido evitar prácticas de amiguismo, influyentismo, y nepotismo, asegurando que su administración se ha mantenido alejada de esos vicios gracias a su supervisión personal. “Todo el tiempo estoy como guardián de eso y del presupuesto”, afirmó, subrayando su rol como vigilante del comportamiento ético de sus colaboradores.
El caso de Segalmex, sin embargo, se presenta como una excepción a la regla en el discurso presidencial. Aunque lamentó el fraude en esta entidad, el presidente se apresuró a destacar que su gobierno ha tomado medidas para abordar el problema, incluyendo la recuperación de una “cantidad considerable de dinero” y la detención de varios responsables.