MÉXICO- Ayer, la Cámara de Diputados dio un paso decisivo al discutir y aprobar en lo general la controvertida reforma judicial impulsada por MORENA y sus aliados. Sin embargo, la batalla está lejos de terminar.
Hoy se discutirán las reservas presentadas por los diferentes grupos parlamentarios, donde la oposición tratará de mantener los privilegios de empresarios y políticos neoluberales qué durante años se enriquecieron con ayuda de magistrados, ministros y jueces. Lo que ha añadido un tono
ríspido a esta discusión es la reciente intervención del Poder Judicial.
La juez Quinto de Distrito en el estado de Morelos, Martha Eugenia Magaña López, ordenó a la Cámara de Diputados suspender el debate sobre la reforma, otorgando una suspensión provisional en respuesta al amparo interpuesto por un grupo de jueces.
La respuesta de MORENA ha sido contundente. El partido interpuso una denuncia penal contra la juez Magaña López y también contra el juez Tercero de Distrito de Amparo y Juicios Federales en Chiapas, Felipe Consuelo Soto, quien dictó una suspensión similar en su jurisdicción.
Además, MORENA ha solicitado un juicio político contra ambos jueces, una medida que subraya la gravedad con la que el partido en el poder percibe estas acciones judiciales.
La reforma judicial, presentada como un intento de democratizar y transparentar el sistema legal, es rechazo por los intereses de los conservadores quienes perderán sus privilegios.
La reforma judicial no es un simple ajuste técnico; es una reconfiguración del equilibrio de poder en México.