CAMPECHE. La llegada de la reliquia de San Judas Tadeo a Campeche marca un momento histórico para la fe católica en nuestro país. Por primera vez, un fragmento del hueso de uno de sus brazos estará en esta tierra, un hecho que promete movilizar a miles de fieles devotos que ven en él un símbolo de esperanza y devoción.
Durante una semana, del 27 de septiembre al 4 de octubre, la Diócesis de Campeche abrirá las puertas de su sede, aún por confirmarse, para que todos aquellos que buscan renovar su fe puedan venerar esta pieza sagrada.
El fervor que acompaña a esta reliquia no es nuevo. Ya lo vimos en su paso por la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, donde miles de personas se congregaron en julio para ser parte de esta experiencia única.
Ahora, Campeche tiene la oportunidad de vivir esta misma manifestación de fe, una ocasión que nos recuerda la importancia de mantener vivos los valores espirituales en medio de la vorágine del mundo moderno.
El valor espiritual de esta reliquia no puede ser subestimado. Tener entre nosotros una parte del apóstol es, para muchos, una conexión directa con los cimientos de la Iglesia, pues más allá de la exhibición, es un llamado a la reflexión.
Con esto, se recordará que, en tiempo de incertidumbre, la fe sigue siendo un refugio para millones. La presencia de San Judas Tadeo entre nosotros es, en palabras de la Iglesia, un recordatorio de que los apóstoles siguen siendo guías, símbolos vivos de fortaleza y esperanza.
