MÉXICO.– Los nuevos legisladores de MORENA llegan al Congreso con la seguridad que les otorga la mayoría calificada que el INE proyecta. Desde su perspectiva, el “mandato del pueblo” es claro: aprobar las reformas que el Presidente de la República ha enviado, y en sus palabras, cumplir con las promesas que los llevaron al poder. Sin embargo, aseguran que no aplastarán a la oposición, sino que abrirán el diálogo para construir acuerdos.
Dolores Padierna, quien será una de las figuras clave en esta legislatura, dejó en claro que su prioridad será procesar las 18 reformas constitucionales enviadas por el mandatario en febrero, especialmente la relacionada con el Poder Judicial. Este enfoque pone en relieve el peso de los cambios que se avecinan, y Padierna no escatima en advertir que la agenda será “excesivamente pesada”.
Sin embargo, ella asegura que no se trata de imponer, sino de “sacar adelante al país”. Para Padierna, los partidos son secundarios; lo que importa es cumplir con la voluntad popular expresada en las urnas. MORENA promete respeto y diálogo, pero deja claro que la puerta de los acuerdos solo se abre si la oposición está dispuesta a negociar. Con la oposición reducida a una minoría que no alcanza ni un tercio de los escaños, Padierna recordó cómo en el pasado ni siquiera los miraron cuando los papeles estaban invertidos.