MÉXICO.-El cáncer de la corrupción promovido por los neoliberales, invadió al sector salud durante varios años, por lo que, la encomienda al director de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Alejandro Svarch fue emprender una cruzada para erradicar la corrupción, extorsión y monopolio de medicamentos. Además de inflar costos en la adquisición de éstos.
Uno de los primeros objetivos de su gestión fue enfrentar el ingreso de sustancias químicos sin supervisión, un tema crítico que se está abordando en estrecha colaboración con la Secretaría de Marina. Este esfuerzo conjunto ha sido vital para detener el flujo de productos que podrían ser utilizadas de manera ilegal, garantizando así una mayor seguridad para la población.
Alejandro Svarch también destacó la eliminación de prácticas de extorsión y el manejo discrecional de empresas que habían plagado a Cofepris. Antes de su llegada, una red corrupta monopolizaba el mercado de medicamentos genéricos, cerrando puertas a muchos para beneficiar a unos pocos mediante la manipulación de solicitudes y retrasos injustificados para los competidores.
Para enfrentar este problema, se tomaron acciones inmediatas. “Informamos a las empresas sobre las medidas tomadas y comenzamos un proceso exhaustivo de investigación y corrección de acciones”, explicó Svarch. Este enfoque proactivo busca identificar y responsabilizar a los culpables, estableciendo un precedente claro de que la corrupción no será tolerada.
El director de Cofepris subrayó la implementación de medidas ejemplares para evitar que estas prácticas corruptas vuelvan a ocurrir. “Estamos trabajando para que este ejercicio de corrupción no se repita nunca más”, afirmó con determinación. Esta postura firme es esencial para devolver la confianza a los ciudadanos y a las empresas que dependen de la transparencia y la justicia en la regulación sanitaria.
Además de estos esfuerzos, Svarch abordó el tema de la metadona, un medicamento sintético crucial en el tratamiento de la dependencia a opioides. En México, actualmente hay tres registros del medicamento, todos de la misma empresa. Señaló que se mantiene abierta la puerta al diálogo sobre este y otros medicamentos, subrayando la importancia de una regulación justa y basada en la evidencia.
