CAMPECHE .- El huracán Beryl, que inicialmente se pronosticaba como una amenaza de categoría 5, se degradó progresivamente hasta tocar tierra como categoría 2, evitando grandes daños en Campeche, pero las lluvias continuarán según pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional.
Las autoridades habían estado en alerta máxima debido a los vientos de 175 km/h y rachas de hasta 220 km/h.
Sin embargo, Beryl se desvió, impactando principalmente en Quintana Roo y Yucatán, pero por fortuna sin causar víctimas fatales. Sin embargo, la fase de prevención no pudo faltar en la entidad, ya que la gobernadora Layda Sansores implementó medidas preventivas efectivas, lo que incluyó la movilización del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Marina.
Los operativos de inmediato se desplegaron, activando refugios temporales en centros comunitarios y escuelas, dotando al personal con equipos de rescate, evacuación y por supuesto de herramientas para estar preparados para las inundaciones y deslaves.
APOYARON CON DESPENSAS
De igual forma, el apoyo a las familias siguió, ya que la titular de la Secretaría de la Secretaría de Bienestar, Liz Hernández Romero, junto al titular del Instituto de Cultura y Arte, Esteban Hinojosa Rebolledo, estuvieron al pie del cañón distribuyendo más de 4 mil despensas a los más vulnerables.
Estos víveres, fueron llevados a los municipios más afectados por las lluvias intensas, mientras brigadas continuaron apoyando a las comunidades afectadas como Calkiní, Campeche, Champotón, Hopelchén y Seybaplaya.
Beryl afectó principalmente en los municipios del norte de la entidad principalmente en Hopelchén, Calkiní, Dzitbalché y Hecelchakán, donde hubo caída de árboles, y cortes de energía eléctrica en más de 35 comunidades.
Mientras que, en todo momento, hubo limpieza de drenajes, desagües en diferentes zonas, así como llevaron bombas a las colonias con calles bajas y en mal estado, esto para evitar fuertes anegaciones que terminaran por afectar a la población.
Campeche pasó el susto, y aunque esto no dejó daños si puso a rezar a más que uno, además que la mayoría de las familias se prepararon para asegurar sus viviendas, amarrando tinacos, puertas y hasta compresores de aire, así como haciendo la despensa.