MÉXICO.- Tras declararse como un ultra defensor del neoliberalismo y atacar a los gobiernos de Izquierda al llamarlos “populistas”, el gobierno del priísta Ernesto Zedillo -revelan diversos análisis económicos, históricos y sociales- se distinguió por ser quien asestó uno de los peores golpes al sector laboral al privatizar el régimen de pensiones en 1997, con la entrada en vigor de la Ley de Sistemas de Ahorro para el Retiro y la extinción del sistema de 1973. Esta acción dejó en total vulnerabilidad a los adultos mayores que se jubilarán bajo el régimen de las Afores.
También privatizó los Ferrocarriles Nacionales de México y rescató a los más ricos mediante el Fobaproa en medio de la crisis económica de diciembre de 1994.
El sexenio zedillista (diciembre de 1994-noviembre de 2000) se caracterizó por ser abiertamente contrario a los intereses de las mayorías. Sus políticas públicas limitaron los derechos humanos, considerados también necesidades fundamentales, como alimentación, salud, trabajo, abrigo, educación, vivienda, entre otros. Estos impactaron no solo a los más pobres sino también a la llamada clase media, que se pulverizó después del “error de diciembre”.
ENTÉRATE
Privatizaciones y pérdida de derechos sociales, fue su herencia al país.