La Asamblea General de la ONU y el Consejo de Seguridad del mismo organismo, celebrarán en los próximos días dos sesiones sobre la guerra en Gaza.
En el debate se pondrán en evidencia de nuevo las fracturas diplomáticas, pues esta situación ha puesto a varias naciones en pro y contras.
Las dos resoluciones presentadas anteriormente por Rusia y Brasil fueron rechazadas.
La primera recibió el apoyo de China y otros tres países, pero tres de los miembros permanentes (Estados Unidos, Reino Unido y Francia) la echaron abajo.
Argumentaron que la resolución rusa, que pedía “un alto el fuego inmediato“, estaba coja por no contener una condena explícita a los ataques terroristas de Hamás en suelo israelí, entre las principales razones.
La segunda, presentada por Brasil, pretendía ser de consenso en la que sí se recogía una condena a Hamás, al tiempo que pedía declarar “pausas humanitarias” para poder encaminar ayuda a los civiles en Gaza.
Pero entonces fue Estados Unidos el que vetó la resolución, pues la embajadora arguyó que el texto tenía una grave carencia al no recoger “el derecho de Israel a defenderse”.