La Organización de las Naciones Unidas y su comisión para los Territorios Palestinos Ocupados, dio a conocer que abrió una investigación sobre crímenes de guerra cometidos por Hamás, otros grupos palestinos armados y ejército de Israel desde el 7 de octubre.
El organismo presidido por Navy Pillay, detalló que ya comenzó a recolectar evidencias por los lamentables hechos ocurridos en Israel y en la Franja de Gaza.
“Las atrocidades de las que hemos sido testigos desde ese día añaden una urgencia sin precedentes a nuestras conclusiones y recomendaciones”, aseguró Pillay, quien fue alta comisionada de la ONU para los derechos humanos entre 2008 y 2014.
La jurista sudafricana agregó ante los recientes acontecimientos que “los civiles y las instalaciones civiles deben siempre ser protegidos, nunca son un objetivo legítimo, y todas las partes deben cumplir la obligación de protegerlas con arreglo a la ley humanitaria internacional”.
El informe concluye que todas las partes del conflicto, incluidos Israel, la Autoridad Nacional Palestina y el “gobierno de facto en Gaza” se han negado a tomar medidas de prevención para evitar víctimas civiles en dos años de violencia, exacerbando la crisis y “profundizando las divisiones y el odio”.
Agrega que el lanzamiento de cohetes y morteros por parte de grupos palestinos armados hacia zonas pobladas por civiles constituye un crimen de guerra, aunque también califica como tal la respuesta “desproporcionada” de Israel a los ataques.
Por otro lado, el bloqueo de la entrada de alimentos y suministros médicos en Gaza es una “violación de la ley humanitaria internacional“, añade el informe.