Luego que el gobierno de Texas, colocara boyas en el río Bravo, un juez federal ordenó que la entidad texana debe remover las barreras flotantes instaladas para disuadir a los migrantes de cruzar la frontera.
El juez dictaminó que Texas deberá, a más tardar el 15 de septiembre de 2023, reposicionar, a sus expensas, todas las boyas, anclas y otros materiales relacionados que componen la barrera flotante colocada en el río, escribió el juez federal de distrito David Ezra en una orden judicial preliminar.
“Desgraciadamente para Texas, un permiso es exactamente lo que exige la ley federal antes de instalar obstrucciones en las aguas navegables del país”, agregó.
La oficina del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, apeló inmediatamente el fallo de Ezra, afirmando que el estado “está preparado para llevar esta lucha hasta el Tribunal Supremo de EE.UU.”.