MÉXICO. Desde que inició la contienda para elegir corcholata por MORENA, Marcelo Ebrard Casaubón tenía la intención de polarizar a la Cuarta Transformación, incluso como se recordará, coqueteo con Movimiento Ciudadano. De igual forma, como una forma de tomar delantera o quizá presionar a los demás aspirantes, renunció a la cancillería, recuerdan especialistas y politólogos.
Aseguran que hoy que ve como el triunfo se le va como agua por las manos, empieza a dar patadas de ahogado, amenaza sin decirlo que si no gana ya otros partidos políticos lo quieren. Es decir, pretende dividir a su partido, con sus comentarios “falsos” pretende confundir a sus correligionarios y simpatizantes. Incluso se atrevió a decir que ya tiene en sus manos el resultado de las encuestas.
Como se recordará, al principio, su discurso fue triunfalista, pero al paso de las semanas se sintió lejos del triunfo, incluso hoy en sus discursos lo admite, en las últimas semanas abandonó su speach, que por cierto nadie le creía cuando decía: “Voy ganando en las encuestas”, y lo cambió por un desesperado mensaje que espera sea considerado más o menos verosímil por la opinión pública: “Claudia y yo estamos empatados”.
Los expertos aseguran que las encuestadoras serias lo saben, ya que tienen como punteros a Claudia Sheinbaum Pardo y a Adán Augusto López Hernández. Ellos, miden con estudios demoscópicos diseñados con buena metodología y aplicados con eficacia y honestidad, por lo que resulta imposible que los alcance.
Por lo que su estrategia, también es descalificar a las casas encuestadoras que podría contratar MORENA para apoyar al partido de izquierda a la hora en que se realice el ejercicio demoscópico que decidirá la candidatura presidencial.
Para tratar de polarizar a los morenistas, Marcelo Ebrard se coludió con el columnista conservador Peniley Ramírez quien afirmó que el gobierno de la Ciudad de México, cuando lo encabezaba Claudia Sheinbaum, contrató algunas encuestas y sugirió que las empresas que realizaron tales ejercicios no deberían ser admitidas para participar en la decisión que tomará Morena para elegir a su candidato o candidata presidencial.
El mismo, periodista aclaró que “no significa, claro está, que estas encuestadoras hayan falseado encuestas o que den ahora por ganadora a Sheinbaum porque antes recibieron pagos de su gobierno. Aunque me encantaría saber qué opinan los otros aspirantes si alguna de estas queda electa esta semana para evaluar quién abanderará MORENA hacia 2024″.
ENTÉRATE
Quien fuera presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, públicamente a señalado sus simpatía por el excanciller Marcelo Ebrard, es el mejor calificado, ya que es parte de esa clase media alta que ha gobernado en años anteriores al país, (refiriéndose a los neoliberales).