El partido de la naranja… podrida

CAMPECHE. La historia del partido Movimiento Ciudadano no es diferente a la de otros institutos políticos. Fue motivo de una ruptura –sí, otra más, en 1988 a 1992, tras la salida de Fernando Gutiérrez Barrios (su mentor político), quien se fue como secretario de Gobernación con Carlos Salinas de Gortari.

En 1994, Delgado Rannauro fue sentenciado por desviar 450 millones de pesos durante su gobierno en Veracruz y pasó más de un año en la cárcel de Pacho Viejo. Sin embargo, después fue absuelto.

Ya fuera del PRI, pero ya como un viejo lobo de mar, en 1997, Dante fundó el partido Convergencia, donde fungió como presidente nacional del mismo.

Y desde ese momento empezó lo que ha sido su modus operandi: la pepena política, con candidatos y personajes de otros partidos, en donde había de todo. Desde cartuchos quemados, hasta ex servidores públicos de dudosa reputación, pasando por veteranos de la farándula, y también con miembros valiosos.

Pero la idea de Dante funcionó, y tras la caída del PRI al perder la Presidencia de la República en el año 2000, su instituto poco a poco se fue afianzando, aún con el cambio de nombre –Movimiento Ciudadano– y “nadando de muertito” se convirtió en un negociador de candidaturas y votos legislativos al mejor postor, según dijo en una entrevista Jorge Márquez, doctor en Ciencias Políticas por la UNAM.

El registro de su partido, le ha valido a Dante Delgado –el dueño de la franquicia– recibir recursos del IFE y ahora INE: entre 1999 y 2021, el instituto político ha recibido poco más de 5 mil 500 millones de pesos.

Cantidad nada despreciable para Dante y sus huestes, si tomamos en cuenta que nunca han contendido solos para la Presidencia de la República, sino que han buscado alianzas en busca de conservar su registro y seguir recibiendo las millonarias prerrogativas del ente electoral.

Cabe recordar que solo hasta 2018 ganaron una gubernatura solos –en Jalisco, con Enrique Alfaro, y ahora Nuevo León, con Samuel García, el año pasado. Ambos gobernadores, tiene un largo y turbio historial que es digno de un posterior análisis.

Sin una línea política definida “Movimiento Ciudadano ha crecido gracias a que Dante Delgado tiene un gran olfato político, pero también económico”, apuntó el politólogo Jorge Márquez.

Ese olfato al que alude el especialista de la UNAM, deja en claro que los principios de Dante y su partido MC son los intereses coyunturales, sin importar la ideología.

Prueba de ello, fue que los legisladores de Movimiento Ciudadano votaron en bloque opositor –manejados por debajo de la mesa por el empresario Claudio X. González– contra la Reforma Eléctrica del presidente López Obrador, que terminó por ser desechada.

Y eso sirvió, justamente como lo apuntó AMLO, para definir posiciones y quitar máscaras.

Envalentonado, ahora Dante y la dirigencia de su partido buscarán más gubernaturas e incluso la Presidencia de la República. Ahí está como fuerte precandidato, el joven Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, Nuevo León –quien tiene nombre político, más no experiencia–, más los que se apunten o “pepenen”.

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