MÉXICO. Entre los lugareños, es vox populi la historia de la Isla Pájaros. El dueño original, hace más de tres generaciones, era una persona llamada Claudio Canto, quien la heredó a uno de sus nietos, Juan Canto.
Sin embargo, Juan, al sentirse presionado por la Federación –le argumentaron que no podía ser propietario de una isla, pues es un bien de la nación–, tuvo que acceder a venderla… a Roberto Hernández Ramírez.
La presión sobre Juan Canto empezó cuando Pedro Joaquín Coldwell, entonces gobernador de Quintana Roo –del 5 de abril de 1981 al 4 de abril de 1987– visitó la zona de islas en Punta Allen, y aseguró que la zona sería expropiada por el gobierno federal para formar una reserva territorial.
Años atrás, los estragos del huracán Janet prácticamente partieron en dos a la Isla Pájaros, cuya parte más continental fue comprada por el banquero Roberto Hernández, quien tenía tiempo insistiendo en adquirirla para convertirla en su paraíso privado.
Los lugareños afirman que la familia Canto tenía los documentos que avalaban la propiedad, asentada como Punta Pájaros, registrados en la Reforma Agraria en Chetumal.
Tras el amago del gobernador Pedro Joaquín Coldwell, narran, el dueño de la isla fue convencido para “poner en orden” los papeles, y fue enviado a la Secretaría de la Reforma Agraria para obtener el título de propiedad.
Así lo hizo Juan Canto. Y por temor a quedarse sin su propiedad, vía una expropiación, accedió a vendérsela a Roberto Hernández. Quien lo “convenció”, fue Alejandro Patrón Laviada, conocido como La Vaca, socio del banquero en negocios turísticos y yerno del entonces gobernador de Yucatán, Víctor El Balo Cervera Pacheco.
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se refirió a la Isla Pájaros como propiedad de este exbanquero quien así operó para hacerse de la propiedad.https://t.co/9mH38yXYJY— Campeche HOY (@CampecheHOYmx) 28 de abril de 2022