CAMPECHE. – Mientras los pescadores indican que las redes no salen llenas y apenas les alcanza para cubrir los gastos, los ciudadanos afirman que esto es de todos los años, los pescadores quieren “hacer su agosto” en estas fechas aprovechándose que la gente consume este producto por la Cauresma.
Los pescadores por su parte están conscientes de la situación económica pero justifican que a todas las calamidades se le suma la inflación en costos de combustibles y el mal tiempo de las últimas semanas.
LA INFLACIÓN A ENSOMBRECIDO EL ENTUSIAMO
Los comerciantes de otros sectores del mercado principal Pedro Sainz de Baranda, también se encuentran desanimados, esperaban con gran ansia este año en el cual podrían reactivar su economía pero la inflación ha ensombrecido el entusiasmo pues sus ventas han ido disminuyendo desde hace algunas semanas, y prevén que para el mes de marzo su situación económica empeorará.
Aunque varios sectores han realizado acciones para incentivar el consumo local en el estado, siguen resintiendo afectaciones primero por la crisis del coronavirus y segundo por los altos precios de sus proveedores, insumos, etc., esto no sólo ha provocado el aumento en el precio de la tortilla, si no en productos básicos como la carne, el huevo, la leche, limones, tomates, entre otros, un indicador de que cada vez se golpeará los bolsillos de los campechanos.
Por otra parte, aunque locatarios manifestaron que seguirán de pie para batallar contra esta situación y superar este problema, temen el aumento generalizado de los precios lo cual sin duda provocará que no puedan levantar sus ventas, de igual forma, otra de las situaciones que tienen preocupados a muchos es el alza de impuestos por lo que también piden el apoyo de las autoridades para regular la actividad de ambulantes pues siguen siendo su mayor competencia.