La pasividad e indolencia de los gobernadores de Campeche y Quintana Roo -Carlos Aysa González y Carlos Joaquín-, respectivamente, deja traslucir su “mala leche” en el conflicto que impede el avance del Tren Maya en la zona de Calakmul.-
Las sospechas se fundan en el hecho de que estos “no mueven
un dedo”, para mediar y/o negociar con los opositores amparados con el patrimonio de ONG´S financiadas desde el extranjeros.
Fuentes consultadas por Grupo Cantón, dejan entrever que los
mandatarios le juegan las contras a AMLO y a la 4T.
En Campeche se vive un clima de miedo de diputados,
funcionarios, entre otras autoridades que se han negado a
opinar del tema por temor a represalias ante autoridades del
Estado de Campeche.
Los amparos contra la obra del Tren Maya, se realiza por asociaciones y organizaciones que están siendo financiadas por fundaciones extranjeras a como ya se ha publicado, pero en el caso de Campeche tiene el ingrediente de la participación de organizaciones partidistas allegadas al Partido Revolucionario Institucional (PRI) -de Alejandro Moreno Cárdenas- que alientan la inconformidas, con lo que se comprendería el por qué el gobernador Carlos Miguel Aysa no mueve nada, ni resuelve nada
sonbre las protestas en contra de la obra de interés general en el sureste del país. Se sabe que en Campeche han
habido reuniones de delegado en colonias y comunidades de personajes con afiliación priísta que recaban firmas y les entregan información a los pobladores lejana a los veraderos beneficios del
Tren Maya para a vivar las protestas y crear un ambiente negativo
hacia la obra de la 4T.