El Cristo Negro considerado el Santo protector de la ciudad por sobrevivir durante siglos a los ataques de los piratas, el festejo del Cristo Negro Señor de San Román es una de las celebraciones con más historia, leyenda y tradición de la Campeche. Cuenta la historia que recién fundada la Villa de San Francisco fue azotada por una plaga de langostas; ante el infortunio, los pobladores buscaron un milagro divino para frenarla y prometieron levantar un oratorio al santo cuyo nombre saliese ganador después de echar suertes. Ese fue San Román Mártir en cuyo honor se edificó, a las afueras de la ciudad, una pequeña iglesia en 1565.
Los lugareños pidieron al mercader Juan Cano de Coca Gaitán traer de Europa un Cristo crucificado para su adoración en esta capilla. En el traslado de Veracruz a Campeche, en medio de tormentas, la nave estuvo expuesta a hundirse, pero el Cristo Negro cobró vida y tomó el timón para salvarla de un fatal desenlace y el traslado transcurrió en 24 horas.
Desde entonces, los milagros están presentes y como agradecimiento los pobladores lo veneran cada año con una fiesta ataviada de eventos culturales, bailes populares, juegos mecánicos y antojitos.