● Los incendios forestales que están arrasando el sureste de Australia están lejos de controlarse, pero la lluvia que llegó este sábado a la región dio una tregua a los exhaustos bomberos y habitantes locales.
Tras una catastrófica noche en la que varios fuegos se fusionaron para convertirse en megaincendios en los estados de Nueva Gales del sur y de Victoria, las temperaturas declinaron y las lluvias trajeron algo de alivio en estas regiones. Se espera que estas mejoras de las condiciones meteorológicas duren una semana, lo que dará a los bomberos más posibilidades para controlar los incendios.
