Tres días después de haberse consumado el acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que ya tenía listo su arsenal para responderle a Donald Trump, porque pese a ser pacifista y rechazar la “Ley del Talión”, como jefe de Estado no puede permitir que se afecte contra el país, contra su pueblo.
“Celebramos el importante acuerdo de ayer, porque se nos estaba poniendo, se nos estaba colocando en una situación muy difícil, muy incómoda, la de tener que aplicar a ciertas mercancías de Estados Unidos las mismas medidas, restricciones comerciales similares a las que se iban a imponer a las exportaciones mexicanas”, retomó López Obrador ayer lo dicho el sábado en Tijuana.
López Obrador reconoció que estos días fueron muy complejos, pero no tanto como para que le quitaran el sueño. “Ya pasó la semana difícil, lo cierto es que sí se vivieron diez días complicados por el tema de los aranceles, la decisión de imponer esos impuestos a las mercancías que se producen en México y se venden en Estados Unidos”, dijo.
Sin embargo, aunque esta batalla se libró, aún no podría decirse que la guerra de no imposición de aranceles por parte de Trump haya terminado. México se comprometió a frenar la ola de migración de centroamericanos por nuestro territorio hasta los Estados Unidos, que tan sólo en lo que va del año han alcanzado casi 600 mil personas.
Para ello, la Guardia Nacional inició desde ayer un patrullaje especial en los municipios de la frontera de México con Guatemala, a fin de sellarla.
El canciller Marcelo Ebrard, quien encabezó a la delegación mexicana que negoció en EU, comentó que desde el primer día el tono fue de ultimátum: “Nos recibieron con el reporte del mes de mayo a 140 mil personas (migrantes), con esa tendencia a fines de este año estarían llegando un millón 600 mil personas”.
Ebrard comentó que, por supuesto, los Estados Unidos quisieran cero migración, lo cual es imposible, pero sí cree que desde la primera semana empiecen a verse reportes a la baja en el número de indocumentados que cruzan a Estados Unidos.
Los avances del cumplimiento de México a las expectativas norteamericanas serán revisados por aquellos en 45 días. Ellos determinarán si están satisfechos o no.