El subsecretario de Gobernación, Zoé Robledo, expresó su respeto por la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de invalidar dos artículos de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, y señaló que hay resistencias sobre las razones por las que alguien se dedica al servicio público.
“Hay quienes creen que esto está vinculado, de manera exclusiva, a un buen sueldo, a buenas prestaciones, a una parafernalia, y si estamos planteando algo diferente, claro que eso le pega a todos; a órganos autónomos, a poderes en los estados”, subrayó.
En entrevista al término de su participación en una de las mesas de análisis del Plan Nacional de Desarrollo (PND), el funcionario federal agregó que, sin embargo, ya hay un mandato claro sobre una nueva forma de ejercer el poder.
No obstante, dijo que se respeta la resolución de la Corte de invalidar dos artículos de la Ley Federal de Remuneraciones, uno de ellos referente al sueldo del presidente de la República.
Dijo que en el fondo lo que estamos viviendo es justo ese nuevo momento de una cultura recursal, es decir, que hay recursos para impugnar las leyes que a la minoría o a un órgano o a un órgano autónomo le parezcan inconstitucionales.
“Somos respetuosísimos de las definiciones de la Corte. Eso es lo que se vive en una democracia, habrá que ver cuáles son los alcances de lo que se planteó”.
Robledo Aburto destacó que, no obstante, hay avance en materia de salarios y prestaciones para altos funcionarios, porque solo fueron invalidados dos artículos.
Dijo que la Corte está mandatando al Poder Legislativo a que haga una revisión más profunda de esos dos artículos, “pues ya estará en cancha de ellos, habrá que ver qué respuestas dan, toda vez que ahorita están en la Permanente”.
El subsecretario advirtió que los salarios que regula la ley en mención son los de los altos funcionarios, que están muy por encima de la media de la nación y de la mayoría de la gente.
Además, señaló que es difícil pensar que haya algún sector privado u otro espacio, incluso en el mundo, en donde haya tantas prestaciones.
“Lo importante no son los guaruras, las camionetas, toda esta idea del poder, no, es todo lo contrario, es justamente empezar a entender que el poder también es humildad, y que no se necesitan esos elementos para ejercerlo de manera adecuada”, aseveró.