Cientos de indígenas rarámuris que han sido desplazados de sus tierras originarias en la Sierra Tarahumara, danzan ahora en las plazas de la ciudad de Chihuahua.
Alrededor de 400 integrantes de 16 comunidades indígenas participan desde el pasado domingo la tradicional danza de los pintos y fariseos para dar inicio a la Semana Santa Rarámuri o “Norirwachi”.
La Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas del estado, (Coepi) organizó la celebración de Semana Santa, justo como los rarámuris la conmemoran en la Sierra Tarahumara, la diferencia es que, en esta ocasión, estuvieron rodeados de concreto, vehículos y edificios.
En la Plaza del Ángel, a un costado del Palacio de Gobierno, los tarahumaras danzan para preservar las tradiciones indígenas en los contextos urbanos.
De acuerdo a la tradición Rarámuri, la Norirwachi inicia el Domingo de Ramos con la bendición de las palmas y culmina el Domingo de Resurrección, con la quema del Judas y coincide también con el inicio de un nuevo ciclo agrícola.
Por ello hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños vistieron coloridos trajes típicos para danzar al compás de flautas y tambores en uno de los dos bandos, los pintos o los fariseos, y que simboliza la lucha entre el bien y el mal.
A partir del triunfo del bien sobre el mal, representado por la muerte del Judas, las comunidades Rarámuri, tanto en la sierra como en las ciudades, hacen peticiones de salud, buenas cosechas y lluvia, a Onorúame-Eyerúame (dios padre y madre).
María del Refugio Romero, gobernadora tradicional de la comunidad Pájaro Azul, explicó que la celebración es una forma de agradecer la vida a Dios, “Lo hacemos porque no queremos olvidar nuestras costumbres, bailamos porque es nuestro sacrificio para Dios”.